El significado del Mantra Om Mani Padme Hum

La mayoría de ustedes conoce el mantra de Chenrezig, el Buda de la Compasión “om mani padme hum”. Om tiene tres letras (A, U y M) y representa el cuerpo, palabra y mente del Buda. También representa los tres cuerpos del Buda, el Dharmakaya, el Sambhogakaya y el Nirmanakaya. La mayoría de los mantras empiezan con Om. Mani representa la joya que satisface todos los deseos. En ocasiones esto se traduce en tibetano como konchog. Kon significado raro y chog significa gran. Es muy raro comprender (o más bien realizar como una experiencia) la naturaleza de la compasión.

A veces Mani se traduce como rinchen. Rin significa preciado y chen significa excelente. Rin es la misma sílaba que se usa en Rinpoche. Chenrezig se representa sosteniendo una joya entre sus dos manos, la joya que satisface todos los deseos. Padme es el loto, que representa la pureza. Chenrezig se visualiza sosteniendo un mala en su mano derecha y un loto en su mano izquierda. Hung representa la semilla de la naturaleza búdica.

Cada sílaba también representa uno de los seis reinos. Recitar el mantra beneficia a los seres de los seis reinos. Además, cada sílaba pacifica una de las seis emociones negativas.

Om pacifica la ignorancia, Ma, el enojo, Ni, la falta de generosidad, Pad, el deseo, Me, los celos y Hung el orgullo.

Entonces cuando se recita el mantra, éste llega a los seis reinos y pacifica las seis emociones negativas, además al recitarlo se desarrollan las seis perfecciones.

Om desarrolla la generosidad. Ma la ética, Ni la paciencia, Pad la perseverancia, Me la meditación y Hung desarrolla la sabiduría del darse cuenta.

Recitar este mantra también desarrolla los siddhis (o poderes). Om desarrolla el siddhi último, la iluminación. Ma desarrolla los siddhis ordinarios, los poderes psíquicos. Ni desarrolla el siddhi de remover la enfermedad y los obstáculos a la práctica. Pad desarrolla el siddhi de la larga vida y el incremento del mérito. Hung desarrolla el siddhi de reunir los requisitos de alimentación, vestimenta y techo.

Se trata entonces de un mantra muy poderoso. De acuerdo a la tradición sutrayana de las etapas de la iluminación, Om cruza el camino de la acumulación. Ma atravieza el camino de la unión, Ni cruza el camino del ver. Pad atravieza el camino de la meditación. Me atraviesa el camino de no-más meditación. Y Hung desarrolla todas las cualidades de la iluminación.

Recitar el mantra desarrolla el mérito de alcanzar el cuerpo, palabra y mente, cualidades y actividades de Chenrezig. Al meditar uno deberá visualizar a Chenrezig lo más claramente posible. Su mano derecha sostiene un mala, que simboliza liberar a todos los seres.

Su mano izquierda sostiene un loto que simboliza la compasión. Las otras dos manos sostienen una joya que simboliza satisfacer los deseos de los seres sintientes.

En el corazón de Chenrezig hay un loto y sobre éste un disco lunar sobre el cual está la sílaba raíz Hrih, rodeada por el mantra de las seis sílabas, girando alrededor de la sílaba raíz.

El primer aspecto de la práctica es desarrollar una visualización clara y el segundo aspecto es desarrollar pensamientos compasivos dirigidos de manera imparcial hacia todos los seres sintientes. Los Budas, nuestro maestro raíz y el linaje de maestros son inseparables de Chenrezig.

La luz que se irradia desde la sílaba raíz y el mantra, llega a todos los seres purificando sus contaminantes y liberándolos.

Entonces la luz regresa a Chenreig y permanecemos en meditación unipuntual (o meditación en un solo objeto). Aunque acumular mantras es benéfico, hacer el esfuerzo por realizar la práctica de manera correcta es más importante. Si no pueden hacer la visualización completa, simplemente vean que del corazón de Chenrezig sale luz blanca. Si pueden, visualicen que el mantra irradia luz y que ésta luz regresa a él.

Acharya Lama Gursam
Susquehanna Yoga Center
30 de julio de 2010